Hace 150 años, el burgués Jacob Cooley le pidió a uno de sus esclavos,
llamado Hosea, construir un cofre, para que Cooley pudiera guardar las
cosas de su hijo, que debía nacer en muy poco tiempo.
Hosea
construyó el cofre, como lo habían pedido, pero por alguna razón
desconocida hasta el día de hoy, su amo quedó disgustado con el trabajo,
provocando que el esclavo fuera golpeado hasta la muerte. Otros
esclavos de Cooley juraron vengar la muerte de su amigo e hicieron un
funeral ritual mágico, rociando sangre de búho en el cuerpo del hombre
muerto y lanzando una maldición.
El hecho es que el hijo de Cooley murió cuando todavía era un niño,
y posteriormente otras diecisiete muertes fueron relacionadas con el
cofre maldito. El problema sólo se resolvió con la ayuda de una
sanadora. El cofre todavía existe hoy y se encuentra en exhibición en el
Museo de Historia de Kentucky en Frankfort.
Mergas!!!...
Y aquí un vídeo, véalo bajo su propio riesgo...
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