Un cajero demuestra, con apenas un instante de sueño, la
fragilidad y consecuencia de nuestras realidades virtuales y sus
consecuencias muy reales en las operaciones financieras.
Las extenuantes horas de trabajo en
ocasiones generan conductas erráticas, que nos ponen en alerta sobre el
hecho de trabajar para vivir o vivir para trabajar; aunque en el caso de
este cajero de un banco alemán, más bien podría tratarse de una mezcla
de cansancio y serendipia.
En un juicio llevado a cabo en Hesen se
explicó que el trabajador sólo debía transferir €62.40 euros a una
cuenta de banco perteneciente a un hombre retirado, pero que en lugar de
ello “se quedó dormido por un instante mientras presionaba el número 2
en su teclado”, lo que generó una transferencia millonaria de
€222,222,222.22 euros.
El banco descubrió y corrigió el error
rápidamente. ¿Las consecuencias? El gerente o encargado de aprobar las
operaciones fue despedido por dejar que este error se fuera al verificar
la orden, pero la corte falló por que este fuera reinstalado en su
trabajo.
Sin embargo, este curioso caso nos recuerda también qué tan frágil es nuestro mundo de virtualidades incontrolables, según las describió Jean Baudrillard,
simulaciones como los números dentro del sistema financiero, los cuáles
pueden dar lugar a potenciales catástrofes de las que esta nota parece
sólo una parodia.
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