Hace algunos años, cuando estudiaba la prepa, tuve una amiga llamada
Ana. Ella y yo compartíamos ciertas aficiones. A los dos nos gustaba
escribir poesía, pero además yo había practicado el ocultismo durante un
par de años a tras y ella tenía experiencias extra normales y ambos
compartíamos nuestras historias.
Cierta ocasión Ana me llegó a contar que por las noches, cuando la hora era muy avanzada y todos en casa estaban durmiendo, en su cuarto totalmente cerrado, entraba una sombra que tenía la figura de un hombre que entraba lentamente apareciendo de entre las sombras de su habitación. Ella, al principio de estas apariciones se espantó, pero luego se fue acostumbrado en la medida de que los hechos se repetían. El asunto es que esta sombra se acercaba a su cama y, sin que ella pudiera hacer algo, la tomaba para tener relaciones sexuales.
Yo sé que muchos pensarán, te está engañando, eres un ingenuo. Sin embargo ella tenía su novio y aceptaba libremente que tenía relaciones sexuales con él y con su anterior, lo que dejaba de lado la posibilidad de que mintiera al no tener ningún motivo para mentirme. Eso, me dijo, ocurría cada noche. Ella podía ver al espíritu pero no podía distinguir rasgos en su rostro porque no pasaba de ser una sombra o un cuerpo oscuro.
Yo mismo sabía, por mi iniciación en ritos ocultos, que muchas veces los espíritus llegan a tener relaciones sexuales con los humanos, pero esa fue la primera ocasión que supe de primera mano de alguien que viviera esa situación. Esta historia es real y no una invención ni un cuento. Durante dos años viví experiencias sobre naturales con mi amiga por lo que no tengo ningún motivo para mentir o inventar algo. Espero les sirva este breve relato para instarles a buscar más sobre el tema.
Cierta ocasión Ana me llegó a contar que por las noches, cuando la hora era muy avanzada y todos en casa estaban durmiendo, en su cuarto totalmente cerrado, entraba una sombra que tenía la figura de un hombre que entraba lentamente apareciendo de entre las sombras de su habitación. Ella, al principio de estas apariciones se espantó, pero luego se fue acostumbrado en la medida de que los hechos se repetían. El asunto es que esta sombra se acercaba a su cama y, sin que ella pudiera hacer algo, la tomaba para tener relaciones sexuales.
Yo sé que muchos pensarán, te está engañando, eres un ingenuo. Sin embargo ella tenía su novio y aceptaba libremente que tenía relaciones sexuales con él y con su anterior, lo que dejaba de lado la posibilidad de que mintiera al no tener ningún motivo para mentirme. Eso, me dijo, ocurría cada noche. Ella podía ver al espíritu pero no podía distinguir rasgos en su rostro porque no pasaba de ser una sombra o un cuerpo oscuro.
Yo mismo sabía, por mi iniciación en ritos ocultos, que muchas veces los espíritus llegan a tener relaciones sexuales con los humanos, pero esa fue la primera ocasión que supe de primera mano de alguien que viviera esa situación. Esta historia es real y no una invención ni un cuento. Durante dos años viví experiencias sobre naturales con mi amiga por lo que no tengo ningún motivo para mentir o inventar algo. Espero les sirva este breve relato para instarles a buscar más sobre el tema.
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