18 de enero de 2014

MI PADRE





Todo el mundo tiene algo que le aterra.
Sé que irracional o no, se acelera el corazón, disminuye la respiración y da escalofríos arriba y abajo de la columna vertebral. Sólo la visión del miedo en cuestión puede provocar un inexplicable pánico, sudor, temblor e incluso una total parálisis nerviosa. Para mi, eso era mi padre. Mi nombre es Ryan, tengo 16 años y vivo en Arkansas.Vivo con mi madre y mi hermana Katie. Nunca he tenido miedo a los payasos, ladrones, asesinos o cualquiera de los otros clichés de "leyenda urbana" de mierda. Nunca he sentido necesidad de "correr por mi vida" en la calle, no creo en las casas embrujadas ni en Halloween o en las miles de "historias de terror" que circulan por todos lados. Nunca he tenido la neceisdad de ir en busca de algo que me asuste. Yo vivo con miedo. Puedo sentarme con la espalda contra la pared, porque tengo algo que temer.

Mi padre nunca ha sido normal, no podía ocultar lo que era; al menos no de mi y de mi madre. Ahora que lo pienso, creo que siempre lo supe porque él nunca me permitía ir al granero, pero yo escuchaba gritos... si, recuerdo que algunas veces los oí. 
No fue hasta que yo tenía 12 años que la policía fue a casa y lo llamó "sádico sexual" y "psicópata", palabras que en ese entonces no pude entender. Pero lo hago ahora, ahora que testifiqué en contra de él en una audiencia pública, ahora que está libre a falta de pruebas y anda por las calles buscándome. El quiere vengarse, destrozar mi vida, matar a la gente que amo y hacerme sufrir.
Está aquí lo sé, puedo verlo a través de la hendidura de la pared, imagino la escalofriante media sonrisa en su repugnante rostro. Me congelo. Este es el dia que he estado luchando por evitar desde el día del juicio. El día en que mi padre me va a matar.
Veo que pasa su mano por la ventana... ¿Qué es eso? ¿Sangre?. Logro reaccionar y corro, corro hacia la habitación de mi hermana. Entro y veo a Katie sobre la cama acostada en un charco de sangre; trato de gritar pero no puedo. Oh Dios, está muerta. Me dirijo entonces a la habitacipn de mi madre y la veo con la garganta cortada. ¡Tengo que salir de aqui!. Corro para la sala pero él esta ahí, esperándome. Sonríe, lo está disfrutando. No hay manera de salir. 
Mi padre se empieza a acercar lentamente, jugando conmigo,  levanta el cuchillo y me dice "He estado soñando con ésto durante mucho tiempo". Siento el metal que traspasa mi carne, siento cómo se hunde lentamente en mi estómago. El dolor es indescriptible, me abruma. Me voy a morir a manos de mi padre esta noche. En manos del asesino del zodiaco.


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