25 de enero de 2014

EL TUNCHE


La imagen adjunta fue tomada en Loreto el 24 de octubre de 2012, a donde llegaron 2 turistas Neozelandeses, según narra Queenie Kiut (37) se encontraban en la tribu de los Huitotos, en la parte norte en las inmediaciones del Río Putumayo, disfrutando del viaje que tanto había planificado junto a su esposo Adam Knofflock (39), querían conocer parte de las tribus selváticas peruanas. 

“Ya era cerca de la 1 de la mañana, mi esposo ya estaba durmiendo y yo como acostumbro todas las noches, disfrutaba de una buena lectura antes de dormir, en ese momento oí unos silbidos que venían de la oscura y espesa selva, no le preste atención ya que pensaba que se trataba de algún morador del lugar, segundos después ese ‘alguien’ volvió a emitir los silbidos, así sucedió alrededor de 5 o 6 veces más, producto de la curiosidad me asomé a la ventana al lado de nuestra cama pero no alcancé a ver nada, estaba muy oscuro, tome la linterna y aun así parecía que la oscuridad consumiera la luz. Otra vez no le presté atención y me fui a dormir. 

Pasaron apenas unos minutos, yo aún estaba despierta y escuché una especie de gemido, muy suave, como si se tratara de algo no humano, atemorizada tome la linterna y alumbre hacia la ventana, y estaba ahí, una criatura muy delgada, de piel extraña, grandes ojos que le brillaron, extremidades alargadas, gran hocico, lamiendo y sosteniendo la pierna izquierda de mi marido, al instante volteo a mirar la luz y emitió un grito, algo horrible que nunca en mi vida había escuchado ni en una película de terror, pensé que trataría de devorarlo, mi esposo se despertó y atinó a darle una patada en el hocico, la criatura retrocedió y salto fuera de la ventana siempre con la mirada fija hacia mí y ese ensordecedor grito como si se tratara de una persona siendo torturada, un grito semi humanoide.

Todos en el lugar despertaron y salieron a socorrernos a nuestra habitación, un tembloroso anciano de la tribu no dejaba de decir en su idioma: ‘el Tunche, es el Tunche’. 2 hombres y mi marido salieron en busca de la criatura, las demás personas aterrorizadas no querían ni moverse del lugar, yo salí tras ellos, lleve mi cámara, por un momento pensé que les había perdido el rastro, hasta que escuché un ruido, apunte con mi linterna y ahí estaba otra vez, esa desagradable criatura, acechándome, observándome fijamente y solo me atreví casi inmóvil a tomar una fotografía con mi Polaroid, la criatura gritó aún más fuerte, salí corriendo sin ver hacia atrás y me topé con mi esposo y aquellos hombres que me escucharon gritar, de este modo regresamos a la tribu, ya quería irme del lugar, les enseñé la imagen y nadie podía creerlo.”



Anteriormente un extraño ser parecido al de la foto fue captado en vídeo:






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