La vacuna (dAd5GNE) combinaría elementos del resfriado común con la partícula GNE (un análogo estable de la cocaína), y funcionaría impidiendo así los grandes aumentos de la dopamina del cerebro asociado al consumo de cocaína, pues el mismo cuerpo trata a la cocaína como un intruso y monta una respuesta inmunológica contra la droga.
Actualmente se ha demostrado su funcionamiento en primates, situación que acercaría al equipo científico experimental que la desarrolla a aprobarla en humanos en terapias de tratamientos de adicciones.
“La vacuna se come a la cocaína en la sangre como un pequeño Pac-Man antes de que siquiera logre alcanzar el cerebro“, aseguró el jefe del estudio y presidente del Departamento de Medicina Genética del Colegio Médico Weill Cornell, Ronald G. Crystal.
Locamex ha de estar preocupada
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